Crónicas de viaje de ConDon-Rico, por toda Bogotá

Con-Donrico, el cazador de Monstruos 

En medio de esas noches heladas de Bogotá, ConDon-Rico se puso uno de los trajes que usa cuando sale de conquista, de color rojo intenso; a éste le llama el traje Responsable.  Se perfumó y salió a la calle reluciente con la sonrisa que siempre lo caracteriza.

Sus amigos le habían citado a las 6 de la tarde en la Plaza Fundacional de Bosa, lugar que ConDon-Rico visitó hace algunos meses en el Festival de Rap de la localidad.  Allí llegó él, muy puntual. El clima era bastante frío, así que sus colegas lo llevaron a hacer la fila para recibir un delicioso sancocho caliente que estaban repartiéndole a las personas que asistieron allí. Entonces,  uno de sus amigos le contó sobre el evento “Matemos al Monstruo”.

-Este es un evento organizado por jóvenes líderes de aquí de Bosa, y esta noche realizarán algunos conciertos de Rap, Hip Hop, Reggea y Ska. La intención es que los que vivimos aquí comentemos qué problemas a diario nos afectan.

Esta idea le pareció bastante innovadora a ConDon-Rico, así que llamó a otros amigos de él, los del parche, sus panas, los jóvenes de la Alianza VIH Bogotá. Él les comentó sobre el evento, y en menos de nada todo el parche estuvo reunido. Además llegaron con una sorpresa: Habían traído muchas cajas de preservativos e información sobre el VIH para los jóvenes de Bosa.  Ni cortos ni perezosos se unieron a los asistentes que estaban en la plaza, y a ritmo de Rap, conversaron con muchos jóvenes que también escuchaban la música. Les regalaron preservativos y a muchos de ellos les enseñaron a usarlos. 

Al rato, ConDon-Rico fue invitado a la tarima  y allí arriba, con su traje responsable,  bailó y bailó con los raperos y otros artistas. En el aire se respiraba el furor de los asistentes que estaban animados con el evento, y en medio de un ambiente sano tatareaban las pistas que en la tarima sonaban.

ConDon-Rico bajó del escenario porque estaba algo fatigado, y luego de que sus amigos habían terminado de repartir las sorpresas que llevaban, juntos se sentaron frente a la tarima y culminaron la noche muy felices sabiendo que en Bogotá hay jóvenes que piensan en su salud y en su futuro.